"Hola. Me llamo Begoña y tengo 31 años. He de deciros que me ha costado trabajo decidirme a haceros esta consulta. Resulta que desde hace unos meses mi deseo sexual ha disminuido notablemente, e incluso podría decir que ha desaparecido. Estoy muy preocupada y no hago más que pensar en ello. Está empezando a afectarme bastante a la hora de relacionarme con otras personas y tengo miedo de quedarme así para siempre. ¿Qué puedo hacer?"
Estimada Begoña,
Antes de nada quiero felicitarte por haberte decidido a consultarnos. Estos temas aún siguen provocándonos incomodidades, a pesar de que la sexualidad forme parte de todos nosotros puesto que somos seres sexuados.
En cuanto a tu pregunta, has de saber que el deseo sexual es algo muy personal, diferente en cada persona y en cada momento. Es normal que a veces disminuya, al igual que a veces se incremente. El deseo sexual “habla” de cómo estamos, de cómo nos sentimos en cada etapa vital, es una especie de barómetro, por lo tanto el deseo es algo muy subjetivo.
Como el deseo es una experiencia emocional subjetiva, son muchas las posibles causas de su disminución, causas que tienen que ver habitualmente con lo que nos pasa en la vida, con nuestras creencias, emociones, pensamientos, etc.
Si persiste en el tiempo o se hace repetitivo, entonces habría que comprobar si se trata de un problema orgánico, y una vez descartado, es recomendable acudir a un terapeuta para buscar la solución, ya que la dificultad estaría causada y mantenida por factores afectivos, psicológicos o ambientales. En cualquier caso, recuerda estas palabras de Jorge Bucay: "El deseo adquiere sentido cuando eres capaz de transformarlo en una acción."
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