"No es porque las cosas sean difíciles por lo que no nos atrevemos, sino que por no atrevernos ellas se hacen arduas."

Lucio Anneo Séneca



miércoles, 23 de mayo de 2012

Duración de la psicoterapia

"Hola, me llamo Vicente y quería haceros una pregunta. Un familiar lleva arrastrando desde hace años un problemas de autoestima, depresión y obsesiones repetitivas recientemente ha visto necesario tratarse. Es una persona muy inteligente, y su psicólogo le ha garantizado que desde las primeras sesiones se encontrará mejor y que en 2 ó 3 meses de charla una vez por semana notará muchos cambios. Yo pensaba que al psicólogo se puede estar yendo años, y lo que me ha dicho mi familiar me ha causado muy buena impresión. Sin entrar a valorar el trabajo de sus colegas, por curiosidad y en general, ¿es posible llegar a soluciones prácticamente completas o curaciones de situaciones graves y de varios problemas a los 4 o 5 meses de terapia, yendo una vez por semana, si el paciente se aplica?"

Estimado Vicente, 

Gracias por esta consulta y por su confianza. Dado que no pregunta por un problema concreto, sino por una cuestión general, la respuesta la daremos entre todo el equipo del blog.

Antes de responder la pregunta hay que tener claro que la solución o la cura de un problema psicológico es algo abstracto. Se puede decir que una persona sana es aquella que se siente bien en general y que, además, puede llevar una vida normalizada y ajustada a la sociedad en la que vivimos. Por eso la persona que recibe terapia psicológica debe ir sintiéndose mejor sesión a sesión, aunque a veces se pueda percibir un pequeño retroceso. Así, una de las cosas más importantes para que una terapia sea eficaz (y, por tanto, para determinar su duración) es la motivación de la persona que acude a consulta, puesto que la falta de ella lleva a no seguir el tratamiento de forma óptima, siendo los resultados escasos o nulos.

Por otra parte, para establecer la duración de la terapia habría que tener en cuenta la corriente psicológica a la que se adscribe el profesional o a la orientación que le da al problema del paciente: un enfoque cognitivo-conductual buscaría que el paciente aprendiese nuevas formas de pensar, actuar y sentir, pudiendo durar el tratamiento entre 10 y 25 sesiones (unos 5 o 6 meses). Las psicoterapias psicoanalíticas y dinámicas, centradas en el estudio de los fenómenos de la conciencia y en los antecedentes históricos del paciente, pueden durar hasta décadas. En las terapias de corte existencial-humanista, como la gestalt, la intervención terapéutica se suele centrar en el aquí y ahora de la experiencia actual e inmediata, pueden durar desde meses hasta años, dependiendo de los motivos de consulta. Las terapias sistémicas, que consideran los problemas de una persona como la expresión de que algo funciona mal en su sistema familiar o de pareja (lo que implica hacer cambios en dicho sistema), suelen durar unas 20 sesiones (5 meses).

En general, los tratamientos psicológicos más efectivos tienen objetivos claros, están centrados en la solución de problemas inmediatos, son más bien de corta duración (de 2 a 6 meses, aunque es mayor en problemas graves o cuando hay varios problemas) y producen una mejoría tras las 8-10 primeras sesiones. Si un tratamiento no tiene unos objetivos claros, se dilata en el tiempo y no se obtienen resultados apreciables en un período de tiempo razonable. No obstante, los plazos se extienden en los casos crónicos o con problemáticas complejas, tales como esquizofrenia, trastornos de la personalidad o depresiones graves.

En cualquier caso, lo más importante es que ni todos los problemas son iguales, ni todas las personas sienten, actúan, ni han aprendido lo mismo, por lo que cada terapia debe ser individualizada, atendiendo a las necesidades y a la problemática del paciente.


sábado, 19 de mayo de 2012

Pánico a tragar pastillas

"Hola, me llamo Carmen y quería consultaros sobre mi problema para tragar pastillas o cápsulas. Desde pequeña no he podido tragar pastillas, teniendo que recurrir a partirlas, mezclarlas con alimentos, etc. No sé si se deberá a algún trauma infantil (algún atragantamiento con un caramelo ó una espina de pescado...), pero lo cierto es que me causa pánico el pensar en tomarme una; actualmente, me han prescrito una pastilla diaria y soy incapaz de tragarla, llevo casi una semana sin hacerlo porque además ésta no puedo partirla ni mezclarla (es una cápsula de gelatina). Todos los días lo intento, pero termino vomitando o si tengo suerte sólo con arcadas (aparte de que muchas veces acabo llorando de la impotencia de no poder tomarla). ¿Qué puedo hacer? ¿Es un problema psicológico? ¿Una fobia? ¿cómo podría tratarse? Muchas gracias por adelantado." 

Hola Carmen, gracias por tu consulta. Por lo que cuentas, entiendo que el problema con el tragar sólo te ocurre con las pastillas o cápsulas y no con alimentos sólidos, así que puede tratarse de un problema psicólogico llamado fagofobia. La fagofobia o fobia a tragar o a atragantarse se caracteriza por una sensación de que la garganta se estrecha ante la idea de tragar una pastilla o cualquier otra sustancia, dificultándose de este modo el inicio de la deglución, y produciéndose el temor a que la comida quede atravesada en la garganta o bien se desvíe a la tráquea y produzca ahogo. Esto a su vez puede provocar ataques de ansiedad: dificultad para respirar, mareo, sudoración excesiva, náuseas, taquicardia, incapacidad para pensar con claridad... En general, un miedo irracional a morir atragantado o perder el control. Es un trastorno más frecuente de lo que nos imaginamos.

Es común que este miedo se origine por un suceso traumático de atragantamiento en la infancia, como tú crees que te pudo haber ocurrido. Sin embargo, también se puede deber a la educación de los padres, que con su mejor voluntad nos dicen cosas como "mastica las cosas bien porque si no te vas a atragantar", lo cual puede dificultar el tragar cosas sin masticarlas cuando somos adultos. A nivel psicológico lo que puede pasarte es que ante el hecho de tragar la cápsula, te anticipas con pensamientos negativos, piensas qué te va a ocurrir, cómo te vas a sentir (ahogo, angustia, taquicardia, arcadas etc.). Anticipas todos estos síntomas, los imaginas, y el miedo aumenta hasta que rompes a llorar desesperada o vomitas, o se produce una hiperventilación y al respirar rápido, aumentas también el ritmo cardíaco. Esto produce que la musculatura de la faringe, necesaria para tragar, se cierra y esto junto con la respiración hace imposible el tragar.

Cuando te des cuenta que todo esto es un problema psicológico de anticipación de pensamientos negativos y catastrofistas ante el hecho de tragar pastillas, lo que desencadena esos síntomas físicos que tanto temes, serás capaz de relajarte y superar tu problema poco a poco. Piensa que es muy poco probable que te atragantes tomando una pastilla y que al fin y al cabo, es un bien para tu salud. No te va a matar ni nada de eso.

La solución para superar tu fobia es evitar los pensamientos negativos y sustituirlos por otros positivos. Si pudieses entrenarte en técnicas de relajación para tener la mente distraída o "en blanco" antes de tragar y para relajar los músculos de la cara, te ayudaría a estar tranquila y vencer este pánico. Es posible que para esto necesites la ayuda de un profesional.

Existen algunos ejercicios concretos que quizás te puedan ayudar para tomar las cápsulas: 
  • En el momento justo antes de tragarte la pastilla bebe agua para hidratar la garganta y así evitar que ésta se reseque.
  • Antes de empezar con las capsulas, haz varias pruebas con migas de pan un poco más pequeñas que el tamaño de la pastilla, caramelos tipo lacasitos o conguitos. Colócatela en la punta de la lengua, haz una respiración, coge un sorbo de agua, contén la respiración y a la vez que inclinas la cabeza hacia tu pecho, tragas el agua junto con la miga de pan y verás como la tragas sin problema (hay personas que les va mejor hacer esto pero inclinando la cabeza hacia atrás al tragar). Cuando tengas esto controlado, intenta hacerlo con la capsula, no sin antes haber respirado varias veces y diciéndote a ti misma: “yo puedo con esto”, “me va a hacer bien”.
  • O bien, puedes colocar el alimento (o la pastilla) en la parte del fondo de la lengua (no muy atrás, sin llegar a la campanilla), hacer un respiración, coger un sorbo de agua mantener la respiración y tragar con decisión.
  • También puedes probar esto: ponte la pastilla en la punta de la lengua y bebe agua (o bebida carbonatada) tragándola con una pajita.
Y como dijo Alonso de Ercilla “el miedo es natural en el prudente, y el vencerlo es lo valiente.” ¡Ánimo Carmen! Y tranquila, que tiene solución.


viernes, 11 de mayo de 2012

Las aficiones de los niños

"Mi hijo de 15 años fue diagnosticado como TDAH tras muchas vueltas y dudas. Lo que más salta a la vista de su actual comportamiento (aunque ya le viene de antes) es su obsesión por los temas a los que se aficiona. Por ejemplo, de un tiempo a esta parte es del Barça, y cuando digo que es del Barça quiero decir que es el más culé del barrio: se sabe todas las fechas y nombres relacionados con su equipo, le llevo a ver los partidos siempre que hay ocasión, e incluso nos hicimos de una peña barcelonista (¡siendo yo del Real Madrid!). Mi pregunta es: le viene bien que yo fomente esta actividad. Gracias."

Estimado padre,

Primeramente me gustaría hacer una apreciación:  nos has dicho que tu hijo fue diagnosticado "como" TDAH. Quiero hacerlo notar porque en esa expresión hay cierta sutileza que puede revelar la manera en la que os enfrentáis al problema. Si dices que el niño ha sido diagnosticado como TDAH es "como" si dijeras que el niño "es" un TDAH, lo que en cualquier caso sería un error de concepto, porque puede hacer suponer que el trastorno es algo intrínseco o idiosincrático del niño. Pero sería más correcto decir que el niño "tiene" o "manifiesta" TDAH, porque el trastorno realmente es ajeno a él, aunque pueda cumplir los criterios diagnósticos (manifestar las conductas típicas) de un trastorno por déficit de atención.

Dicho eso, paso a responder tu pregunta: en general, no sería bueno fomentar una conducta obsesiva, pero si realmente esa conducta se puede considerar así, es decir, si esa actividad le impide llevar una vida satisfactoria, ya sea porque le impide hacer otras que sean deseables (por ejemplo, socializarse), o porque la privación de esa actividad le provoca una reacción negativa desmedida. Sin embargo, también se puede decir que en general es bueno fomentar cualquier actividad por la que el niño manifieste un interés espontáneo, en contra de obligar al niño a desarrollar una actividad que por muy positiva que creamos que pueda ser (aprender música o un idioma extranjero, por decir algo), no le motiva de forma intrínseca. Y esto es especialmente importante en un niño con TDA, dado que para mejorar su capacidad de concentración es conveniente que empiece a hacerlo en actividades que le gusten.