"No es porque las cosas sean difíciles por lo que no nos atrevemos, sino que por no atrevernos ellas se hacen arduas."

Lucio Anneo Séneca



jueves, 28 de febrero de 2013

Cuidando al cuidador

"Hola, me llamo Gabriela. Os escribo porque estoy muy cansada de la vida que llevo y me gustaría cambiarla en parte, a ver si podéis ayudarme. Desde hace unos diez años me dedico a cuidar cuidar y cuidar… De pronto me vi cuidando de mis dos hijos, que entonces eran pequeños (2 y 4 años), a la vez que tuve que cuidar de mi madre que enfermó. Al poco de morir ella, hace cuestión de un par de años, mi padre también enfermó y aunque mis hijos ya son más mayorcitos aún necesitan de mis cuidados y atenciones. Mi marido me echa una mano, aunque no es suficiente. Él trabaja fuera de casa y soy yo la que me encargo prácticamente de las cosas de la casa. Nunca me ha importado cuidar de mi familia, siempre lo he hecho con cariño y porque he querido, porque les quiero y me gusta cuidar de ellos. Lo que pasa es que me siento muy cansada, no hago otra cosa en la vida más que cuidar de ellos, a veces me molesta haber tenido que renunciar a muchos aspectos de mi vida como dejar de trabajar fuera de casa y no tener ni un minuto de tiempo para mí. En ocasiones me siento mal por las cosas que llego a pensar, me siento egoísta y malvada… ¿Podéis ayudarme?"


Estimada Gabriela,
 
Es normal que te sientas tan cansada. Todos necesitamos tiempo para dedicarnos a nosotros mismos y auto-cuidarnos, precisamos de un espacio para hacer cosas que nos hagan sentir realizados y requerimos momentos de relax. Por lo que comentas, hace incluso más de diez años que vienes cuidando de los demás sin dejar espacio para ti misma y es normal que eso te pase factura. De hecho es natural que tengas pensamientos egoístas, pero eso no quiere decir que seas malvada, sino normal.
 
La clave para iniciar el cambio que deseas es organizarte de forma diferente y pedir ayuda para que otra u otras personas cuiden de tu padre durante unas horas al día. Eso no significa que le quieras menos, sin embargo sería una señal de que empiezas a quererte más a ti. Si no tienes familiares que puedan hacerse cargo de él durante ese tiempo, a lo mejor puedes solicitar la ayuda de un cuidador en casa. También puedes averiguar si donde vives tienes acceso a un "banco de tiempo" y de ser así preguntar si alguien se ofrece a cuidar de otras personas y a cambio tú puedes proporcionar algo que te guste hacer y que te haga sentir realizada.
 
En cuanto a tus hijos, sería conveniente que disfrutaran de actividades extraescolares, pues enriquecen y favorecen el desarrollo personal en distintas áreas de sus vidas, a la vez que te permiten un espacio y un tiempo para emplear en lo que desees.
 
Lo bueno sería que las horas en las que no tengas que estar cuidando de nadie te las dediques a ti en lugar de dedicárselas a otros o a las tareas domésticas. Haz aquellas cosas que te apetezcan, que te gusten y que quieras hacer, y también aprovecha para relajarte y descansar. Si tienes amistades es muy importante que quedes con ellas, para conversar, disfrutar y desconectar de tus cargas familiares.
 
Y Gabriela, si no has hablado con tu marido de cómo te sientes estaría bien que lo hicieras. Tal vez él no sea consciente de cómo te encuentras ahora, está acostumbrado a que tú te encargues de cuidar de la familia y de la casa, y tal vez pueda echarte más que una mano si lo habláis.
 
 

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